Suelen decir que de una boda sale otra boda y en el caso de Lorena & Jordi ocurrió así. Tras la boda del hermano pequeño del novio se sucedió la suya un año después, una boda rústica, vintage, muy cañera y poco convencional que enamoró a todos los familiares y amigos por estar impregnada de la esencia de los novios.

El pasaso año pasó por el altar el hermano pequeño del novio y allí Jordi aprovechó la ocasión para regalarle un viaje romántico a Nueva York a su novia Lorena. El viaje no salió tal y como los dos esperaban. Jordi reservó una mesa para dos en un restaurante aparentemente idílico y lleno de magia pero… Las cosas nunca salen como las planeas… y cuando Jordi empezó a declararse a Lorena y sacó el preciado anillo… llegó el camarero interrumpiendo un momento tan intimo para preguntar si les apetecía algún postre. Entre risas, desconcierto y mucha incredulidad, sin duda, Lorena no pudo resistirse y dijo: ¡Sí Quiero! 

Hace varias semanas te mostraba la última prueba del vestido de novia de Lorena, ¿lo recuerdas? En Atelier Tuneu diseñó junto a la diseñadora su sencillo, delicado y sensual vestido de novia. Sin duda, una novia muy atrevida y poco convencional que me encanta, que muestra sus tatuajes por forman parte de su identidad y apuesta por unos complementos de novia nada usuales como un tocado artesanal realizado en Ibiza y un ramo precioso y muy sencillo de paniculata y astilbe. Sin duda, una novia muy top dedicada a la peluquería y al maquillaje en Hecha un Pincel, quién decidió que nadie mejor que ella para ponerse guapa en el día más importante de su vida, así que ella misma se peinó y maquilló dando paso a un resultado fantástico y apostando por los labios rojos y una manicura alucinante.

El novio me sorprendió gratamente, con unos ojazos azules que enamoran y un estilo rompedor muy a lo James Dean, posaba elegante a la par que desenfadado mientras esperaba a la novia. Intentaba esconder los nervios del gran día fumando y brindando con todos sus amigos y familiares lejos de protocolos.

Espacio Sol y Vida, fue el lugar escogido por Lorena & Jordi para celebrar su boda. Una fundación de discapacitados sin ánimo de lucro situada en Vallvidrera (Barcelona) donde se celebran bodas diferentes y llenas de encanto. Su boda tuvo un aire rústico vintage muy cañero al igual que sus looks nupciales. Su afición por las bebidas alcohólicas estuvo muy presente en la decoración de su boda, por eso aprovecharon diversas botellas vacías para decorar algunos rinconcitos muy especiales. 

A la entrada de la fundación Sol y Vida había instalada una caravana vintage, de la cuál los novios se enamoraron completamente y quisieron aprovecharla  y que formara parte de la decoración y así dar la bienvenida a los invitados con una nevera repleta de cervezas bien fresquitas.

Una vez llegaron todos los invitados comenzó una ceremonia al aire libre oficiada por el hermano mayor del novio y varios amigos de la pareja. Sin duda un momento muy entrañable, divertido y lleno de instantes muy significativos como cuando amenizaron a todos los presentes con una queimada, haciendo de esta manera un guiño a tierras gallegas tan arraigadas a esta familia.

Las preciosas y delicadas fotografías fueron realizadas por Xavi, fotógrafo de The Love and Roll, amigo de los novios y que disfrutó de lo lindo cuando acabó la ceremonia y dejó paso a otros fotógrafos contratados por los novios para que él pudiera disfrutar también de la fiesta del amor entre Lorena & Jordi.

¿Qué te ha parecido la boda cañera y poco convencional de Lorena & Jordi?

Fotografías The Love and Roll.