Aunque el otoño llegó hace unos días, parece que el calor sofocante no quiere marcharse. El cambio climático nos afecta y mucho pero beneficia a aquellas parejas que quieran casarse en temporada baja durante la temporada otoñal. Las últimas bodas de la temporada empiezan a aparecer tímidamente y hace varias semanas mi marido y yo tuvimos la suerte de ver in situ cómo se llevaba a cabo y cómo se celebraba una boda en el Hotel & Resort Dolce Sitges 5* y de disfrutar de un fin de semana romántico y de desconexión en sus instalaciones. ¡No te pierdas ni un detalle y cásate en Dolce Sitges!

La vida avanza demasiado deprisa y a veces cuesta pararse, respirar y detenerse a observar todo lo que nos rodea. Desde que tenemos a Daniela la noción del tiempo todavía es menos evidente, han pasado 4 años en los que hemos vivido por y para ella.  No nos damos cuenta pero… ¡hay que cuidar la pareja! Así que hace unos meses decidimos que tenemos que mimarnos y querernos más el uno al otro. Por redes sociales pudiste ver que de vez en cuando hacemos escapadas, como la que hicimos hace unos meses a Bolonia y Venecia. ¡Sin duda, un viaje estupendo!

Esta vez decidimos quedarnos más cerquita de casa, no nos apetecía desplazarnos mucho y queríamos visitar y conocer la zona en la que vivimos. Escogimos alojarnos para nuestro fin de semana romántico en el Hotel & Resort Dolce Sitges 5*, en Sitges, un pueblecito de la zona del Garraf situado a 38 km de Barcelona y a 10 minutos de nuestra casa. Este pueblo catalán dispone de una gran infraestructura turística, con equipamientos y tres puertos deportivos, (Puerto de Ginesta, Garraf y Aiguadolç), como anécdota os contaré que es la villa con más puertos deportivos de España siendo Port Ginesta el puerto deportivo más grande de Europa.

Cuando llegamos el pasado sábado 21 de septiembre tuvimos la oportunidad de conocer de primera mano cómo organizan, decoran y coordinan una boda en el Resort & Hotel Dolce Sitges 5*. Realizamos un visita guiada por las instalaciones y servicios del hotel, además de poder ver los maravillosos jardines con vistas al mar y el salón principal preparados y decorados para la ceremonia y el banquete de boda que se celebraría pocas horas después. Me sorprendieron gratamente las múltiples ventajas de casarse en un hotel de esta categoría, por ejemplo, a priori se podría pensar que habría exclusividad con proveedores o que tendrían un número mínimo de invitados, pues tengo que decir que no. Cualquier proveedor que quieras llevar: fotógrafo, Wedding Planner, decoración floral, mobiliario… será bienvenido. Nos comentaban que se adaptan a las necesidades de los novios, que habían realizado bodas íntimas de 8 personas hasta bodas multitudinarias de más de 200 invitados, cualquier opción encaja en el Dolce Sitges.

La ruta siguió más tarde por las habitaciones. Nos comentaron que dispone de 263 habitaciones y suites, ideales para que el día de la boda todos los invitados puedan quedarse a dormir en cada una de ellas. Me encantó que el Hotel Dolce Sitges a los novios que se casan allí les regalan la noche de bodas en una de sus impresionantes Suites Presidenciales (para bodas de más de 50 invitados y, por supuesto, siempre sujeto a disponibilidad) y un tratamiento en el Dolce Vital Spa: elegantes, de diseño exquisito, ambiente cálido y decoración moderna combinando entre sí los colores del Mediterráneo para traer un trocito de él a cada una de las estancias. Casi 100 m2 de superficie y una terraza de 23’50 m2 con unas imponentes vistas sobre Sitges con el Mar Mediterráneo como telón de fondo. Me impactó que cada una de estas habitaciones comunica mediante una puerta con otra habitación colindante, que está pensada para que en ella se alojen las damas de honor (en el caso de la novia) o los padrinos (en el caso del novio). Tuvimos la suerte de poder contar durante la visita con el acompañamiento de Laura Chacón Photography, quién realizó unas instantáneas preciosas para el post. ¡Mil gracias bonita!

Nos esperaba el almuerzo en DDB Dolce Deli Bar, un bar de diseño con una variada oferta gastronómica fresca. Comimos en su terraza, con un sol muy cálido, con preciosas vistas a sus cuatro piscinas exteriores climatizadas, relajada música y una comida exquisita. Tras una anhelada siesta quisimos ir a descubrir el Dolce Vital Spa, donde disfrutamos de un masaje completo personalizado de 50 minutos para los dos en cabina dúo. ¡Casi morimos, qué relajación! Y, posteriormente, no queríamos romper nuestro estado Zen y probamos la piscina interior con cascadas cervicales y el jacuzzi.

A las 21.30h teníamos mesa reservada en el Restaurante Esmarris, situado dentro del Hotel Dolce Sitges, es elegante y vanguardista y tuvimos la oportunidad de experimentar una moderna e innovadora gastronomía mediterránea en un ambiente exclusivo. Nos esperaba una cena gastronómica de 3 platos y maridaje de bebidas, sin duda, una agradable, exquisita y enriquecedora experiencia ya que con cada vino que nos ofrecían el Sumillier nos explicó el por qué de cada una de las elecciones. ¡Un menú degustación excelente!

• Royale de castaña con micuit de hígado de pato con trompetas
• Carrilera de ternera con calabaza en texturas
• Timbal de requesón con uvas y mango.

El domingo por la mañana, disfrutamos de un desayuno buffet con influencias mediterráneas al aire libre, con vistas al campo de golf y al mar. El pueblo de Sitges quedaba a nuestros pies y decidimos desayunar lento, delicadamente, degustando cada alimento para recordar esa brisa marina que se podía oler desde nuestra mesa. Sin duda, un fin de semana de ensueño, de relax y de reencontrarse con la pareja. De mimarme y de mimarle… de quererme y de quererle… de relajarnos en pareja… de disfrutar el uno del otro y el otro del uno… porque parar de vez en cuando es necesario para cuerpo mente y, para la pareja. Nosotros escogimos el Pack Relax y fue todo un acierto. ¡Con ganas de repetir de nuevo!

¡Mil gracias al Hotel Dolce Sitges por su amabilidad, hospitalidad y saber hacer, nos vemos pronto!

 

¡Cásate en Dolce Sitges!

Fotografías Laura Chacón Photography &  Hotel Dolce Sitges.