El mes de diciembre es el mes de la alegría, la emoción y la magia. Mes de reencuentros con la familia y amigos, mes de risas y de turrones, mes de comilonas y uvas. En mi casa siempre hemos vivido la navidad de una manera muy intensa e infantil, tan infantil que cada año todos (cuando digo todos es todos) hemos escrito la carta a los Reyes Magos y la noche del 5 de diciembre nos ponemos nerviosos y nos acostamos temprano con la ilusión de un niño para ver los regalos sorpresa por la mañana. Pero este año será diferente, muy diferente. 

También será el mes de la felicidad de los más pequeños de la casa y con Daniela esto no va a faltar. Pero, va a ser diferente porque ya son cuatro meses que falta ella, son cuatro meses sin poder darle un beso ni un abrazo, son cuatro meses sin su olor, son cuatro meses que nos faltan sus locuras con 90 años que tenía, son cuatro meses sin sus bailes aunque decía que estaba cansada… La ausencia de mi abuela (mi yaya) en esta navidad se va a hacer demasiado dura. Se va acercando la fecha donde ella nos hacía mi plato preferido: los canelones de carne, foie y su toque secreto (el cuál me confesó y los hago muy similares). Todos disfrutábamos como enanos alrededor de la mesa degustándolos y ella siempre poniéndoles pegas: les falta sal, se han hecho demasiado… vamos, que estaban cada año de rechupete. Este año también tendremos canelones pero… no será lo mismo.A mi yaya no le gustaría que estuviéramos tristes en estas fechas porque ella era super alegre, así que este año aunque será inevitable acordarnos de ella, he decidido que la decoración navideña será distinta. Cambiaremos los colores de la mesa donde cenaremos, los platos que hasta ahora han estado más establecidos… Necesitamos cambiar por nosotros y, por la alegría de la casa, Daniela, no se merece que estemos apagados. Apostar por los colores rojos & verdes de la naturaleza, las piñas del bosque, la canela y las galletas de gengibre como decoración me llama mucho la atención… Aunque tengo que reconocer que el toque nórdico donde el color de la madera natural & el blanco se unen me transmite mucha paz y armonía.

Todavía tengo que decidirme por una u otra decoración, pero mientras he creído que os irá genial para vuestras cenas navideñas un poquito de inspiración nupcial relacionada con la navidad. A veces los detalles más sencillos hacen que la mesa familiar quede impresionantemente bonita. Podéis ver algunos DIY navideños aquí, aquí y aquí.