Lo confieso, soy una adicta a los zapatos. Si os pudiera enseñar toooodos los pares de zapatos que tengo en el armario alucinarías, de verdad: bailarinas, botas, botines, sandalias… y de cada uno tengo una cantidad que nunca me he puesto a contar, creo que por miedo. Cierto es que me encanta la moda y comprarme ropa es uno de mis vicios, pero como ahora me he engordado un poco, pues paso de aumentar una talla y… ¿qué es lo que no crece? Pues el pie, así que me vuelvo loca comprando zapatos que… muchos los tengo nuevos en las cajas. Hasta me he planteado alguna vez el poder poner un mercadillo en el blog, jeje! 

Con mi obsesión por toda clase de zapatos hoy os quiero mostrar unos que no he tenido nunca: unas bailarinas de ballet. Jamás he hecho ballet, aunque me parece tan bonito y delicado que me hubiera encantado probarlo y agenciarme unas maravillosas bailarinas. Quizás para utilizarlas en una sesión de fotos preboda o postboda… me parece tan divinas que creo que como siempre os digo que las aficiones de los novios deben estar en la boda, creo que es un claro ejemplo. 

Románticas, sencillas, dulces, ideales… ¿No os parecen preciosas?

Dance with me?