Me encanta mostraros el post de hoy, bajo mi punto de vista creo que era primordial que llegara este momento en la sociedad donde la idea de las despedidas de soltera dieran un giro de 360º y por fin se ha conseguido. Hemos dejado de lado el típico ‘boy’ donde disfrutaban más las madres y las abuelas que las propias novias. Y, quizás también algunos disfraces ridículos con los que la novia no se casaría en su puñetera vida, jaja. Confieso que a mí me disfrazaron con un vestido de flamenca, que me encantan, y, no es por fardar, pero iba mona mona! jeje!

Bien, en la despedida de soltera que os muestro hoy quiero mostraros otro tipo despedida más íntima, cercana y vintage. Con una invitación tan preciosa sería difícil negarse, ¿no crees? Me encanta el aire bohemio, campestre y rústico que dan a la escena, creando así una despedida especial y distinta a lo que habíamos visto hasta ahora. Se trataría de alquilar una caravana vintage y reunir a algunas amigas y pasar unos días llenos de amistad y de complicidad. Añadir a esta estampa las propias mascotas ya me parece lo más (ya sabéis que me aterraban los perros y ahora… me quitan a mis tres frenchies y me muero #muyfan) y poder disfrutar de ellas y retrataros todas juntas, me chifla la idea.