La vida es caprichosa y el destino mucho más, a veces pensamos que nuestro sueño no puede hacerse realidad y, sin darnos cuenta se cumple aquello supuestamente tan inalcanzable. Los caminos se cruzan sin querer, las miradas se sienten atraídas como por un imán y… sin poder evitarlo, las circunstancias perfectas se dan para que el resto de tu vida lo pases con la persona más increíble que jamás habías soñado. Algo así fue lo que le pasó a Rubén & Goretti, ellos trabajaban juntos, se veían por los pasillos, se atraían pero no mostraban sus sentimientos. Cada uno, en silencio, imaginaba cómo sería estar con el otro, pero siempre pensaron que no serían correspondidos… hasta que pasó lo que tenía que pasar y un día esas miradas, esa atracción, esos sentimientos florecieron y surgió el amor entre ellos. ¡Sus sueños empezaron a hacerse realidad!

Después de compartir anécdotas, sueños, ilusiones… decidieron pasar por el altar y darse el ¡Sí Quiero!  Su boda no podía darse sin su amigo más fiel y así lo hicieron, vistiéndolo muy elegante para la ocasión. Para ello escogieron la Iglesia de Santa María de Cambre, situada en un pueblecito muy cerca de La Coruña, un espacio precioso que hizo que la ceremonia fuera más especial todavía. Más tarde el banquete se celebró en un pazo gallego donde disfrutaron hasta altas horas. Nunca he estado en tierras gallegas pero todo el mundo me habla maravillas de sus gentes, de sus comilonas, de sus mariscos… me están entrando unas ganas locas de hacer una escapadita galega. 

La novia, Goretti, escogió el maravilloso modelo Vintage de Jose Mª Peiró para Whiteday, un vestido muy elegante, sofisticado y muy femenino que aportaba a la novia una gran sensualidad. El encaje en las mangas, la cola impresionante y los zapatos de Cuplé  hacían del vestido junto con los broches vintage del peinado desenfadado de Goretti una novia perfecta y muy guapa. La novia tenía una complicidad preciosa con su hermana Estela, ya que ella fue una gran cómplice en la boda y les ayudó en la mayoría de preparativos nupciales. El novio muy elegante sorprendió a todos cuando apareció en la ceremonia en un 600 antiguo, ¡impresionante la escena!

Los fotógrafos escogidos fueron Bokêh Fotografía quienes gracias a su técnica apurada y su gran profesionalidad,  pudieron plasmar cada uno de los momentos especiales. Sin posados, sin molestar, siempre robando fotos únicas que desprendan sentimientos y que hagan revivir ese momento. 

¿No os parece una boda simplemente perfecta?