Suelen decir que de una boda sale otra boda y en el caso de Lorena & Jordi ocurrió así. Tras la boda del hermano pequeño del novio se sucedió la suya un año después, una boda rústica, vintage, muy cañera y poco convencional que enamoró a todos los familiares y amigos por estar impregnada de la esencia de los novios. El pasaso año pasó por el altar el hermano pequeño del novio y allí Jordi aprovechó la ocasión para regalarle un viaje romántico a Nueva York a su novia Lorena. El viaje no salió tal y como los dos esperaban. Jordi reservó una mesa para dos en un restaurante aparentemente idílico y lleno de magia pero...
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