Me encantan las bodas bonitas, sí, a ver, tampoco soy una friki de las bodas. Reconozco que hasta que no abrí el blog no me dí cuenta de lo que me gustaban, sería el destino… Y en veranito también me gusta muchoooo la playa, cuando pensé en casarse me plateé hacerlo en la playa, pero mi decisión fue rontunda y rápida: ¡NO! Aunque me parece que la playa es un marco incomparable, precioso, lleno de rincones y detalles que pueden hacer a una boda especial, no quería para mi boda un calor sofocante, donde los invitados estuvieran achicharrados (me casé en abril y habían 33 grados, así que…), donde el novio sudara la gota gorda al llevar el traje y, sobretodo, donde la novia (o sea, yo) llevara unos pelos cuál león de la Metro Goldwyn Mayer. La brisa del mar y el calor hacen que mi pelo grueso, con volumen y más negro que el carbón, se erice y se ponga como un Jackson Five.

Es cierto que veo las bodas en la playa y se me cae la baba. Siempre he sido una obsesionada de las estrellas, de cualquier tipo, así que poner los anillos en unas estrellas de mar… o hacerme fotos bajo el agua… o paseando en la orilla… Me encanta! Pero… ¿os imagináis mis fotos de boda con los pelos como si los hubiera metido en un enchufe? Sí, vale, soy exagerada, pero soy muy obsesiva con mi melena, qué le voy a hacer.

Hoy me apetecía traeros un recopilatorio de fotos preciosas de bodas celebradas en la playa, fotos delicadas, preciosas pero… ¡con un calor insoportable, con pelos de loca y… siempre pensando en un plan B por si el tiempo no nos acompaña!

Imágenes Bridalmusings, Everylastdetailblog, Baysidebride, Ohlovelyday, Heartloveweddings, Weddingchicks, Snippetandink.