Siempre he creído que las mezclas son interesantes. En su justa medida y conjuntándolo todo muy bien, puedes crear un ambiente espectacular. Y eso fue precisamente lo que pensé cuando me topé con esta boda tan personal, informal y única. 

Las bodas informales están de moda y las que pueden realizarse en el campo o en el bosque, es decir, al aire libre, mucho más. Como os he dicho en alguna ocasión, pueden ser bodas maravillosas, pero tendremos que tener un plan B porque si aparece la lluvia se pueden convertir en la peor boda del mundo.

En la boda de Kevin & Helen cada uno de los detalles utilizados da más personalidad a un enlace donde nada está puesto a su suerte, donde todo tiene un sentido y un hilo conductor. Me apasiona el bosque lleno de banderines de colores que hace de la boda una auténtica fiesta; la celebración del banquete en varios tipis es algo alucinante y la decoración del interior uniendo farolillos, velas, baúles y cojines me parece muy acertada. 

Los novios escogieron un ambiente más rústico, un granero lleno de balas de paja donde las fotos de algunos de sus detalles como del vestido corto de la novia, o de los zapatos… llamara mucho más la atención.