Posar en ropa interior siempre impone. Es más el pensarlo que el ponerte delante de la cámara y posar relajada y cómoda, siempre que conozcas al fotógrafo que va a acompañarte durante ese ratito. Las inseguridades, las imperfecciones y nuestros fantasmas particulares salen a relucir cuando tienes que desnudarte delante de un objetivo que quiere plasmar tu esencia. La verdad es que hace tiempo que me ronda la idea de hacerme un boudoir (imágenes sensuales y elegantes que revelan la belleza de la mujer) , pero...
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