El destino, ese poder sobrenatural que poco (o nada) podemos controlar. La casualidad o causalidad que hace que dos caminos se crucen. Y dos personas se unan para siempre. La suerte, que sin quererlo nos proporciona diferentes caminos para llegar a conocer al amor de nuestras vidas. Creo mucho en el destino y poco en el azar. Cada momento sucede porque tiene que suceder, porque algo bueno llega después. De este modo se conocieron Natalia & Álvaro, en un verano de su niñez. ¡No te pierdas hoy en el blog el editorial 'Amor de Verano' organizado y coordinado por Elsa de Armas WP en Finca Quiñones, te enamorarás por completo de cada detalle! Hoy viajamos al pasado. Cogemos las maletas y retrocedemos varias décadas. Tenerife es...
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