Después de 3 años juntos, creías que nunca llegaría el momento, pero por fin se decidió a pedirte matrimonio. La estampa no podía ser más perfecta, Nueva York a vuestros pies mientras cenáis en un restaurante de película y, de repente, saca una cajita de terciopelo azul y en su interior el mejor anillo de pedida que has visto nunca. Los nervios os invaden a ambos, las lágrimas de felicidad caen lentamente por vuestras mejillas, os fundís en un beso maravilloso y la respuesta, por supuesto, es ¡Sí Quiero! Pero tras la emoción del momento, os entra la inquietud y millones de preguntas se agolpan en vuestra mente. ¿Cuándo nos casamos? ¿Cuánto nos costará la boda? ¡Necesitamos empezar a ahorrar ya! Tranquilos hoy os traigo un nuevo descubrimiento...
Continuar leyendo