A veces nos empeñamos en hacer peripecias para que nuestras fotos sean las más originales y especiales del mundo, seguro que conseguiremos que sean recordadas pero a qué precio, Hace unos días nos levantábamos con la noticia que una novia había muerto ahogada por su propio vestido de novia, cuando realizaban un postboda bajo el mar. ¿Necesitamos llegar a esos extremos? Yo, sinceramente, creo que no.

Muchas veces os digo, MENOS ES MÁS, y creo que sigo teniendo razón. Lo sencillo, lo simple y hecho con ilusión y amor, puede quedar impresionantemente bonito y tan bucólico como estas imágenes que hoy os muestro.  

Han hecho falta dos personas, el amor, un escenario de cuento y… ¡a divertirse!

¿Os animáis con un postboda así? 

Fotos Lefrufrublog.