Ahora que el fresquito ha querido llegar para quedarse con nosotros. Ahora que el amor está presente. Ahora que cupido ha querido formar una nueva pareja. Ahora que ese primer encuentro se ha convertido en una familia. Ahora que hoy es siempre todavía, como decía mi querido Ismael Serrano. Ahora que las casualidades existen, o se buscan. Ahora que el azar y el destino se entremezclan. Ahora y hoy, descubrimos el amor por casualidad de Claudia & Sam. ¡No te pierdas su bonita historia de amor!
Septiembre, una tarde poco apacible. Una tarde aburrida. Una tarde llena de casualidades escondidas. Claudia esperaba el metro. Nunca lo cogía, porque como yo prefería ver mundo, investigar y ver la luz del atardecer. Pero ese día cambió de opinión, ¿sería el azar? ¡Quizás no! Sam, se había subido una parada antes de la que normalmente lo hacía, el destino quiso que ella se sentara junto a él. Sus bonitos y delicados ojos azules se clavaron en ella como una flecha de Cupido. Claudia quedó prendada, pero debía disimular. Ese disimulo hizo que su móvil se deslizara hasta los pies de Sam y delicadamente tuvo que recogerlo. Un simple ‘Gracias’ y unas sonrisas tímidas pero cómplices fueron acompañando el agradecimiento.
Los días posteriores el autobús pasó a un segundo plano. Y su transporte preferido pasó a ser el metro, donde anhelaba reencontrarse con él. Y a la misma hora, en el mismo vagón y en la misma estación volvieron a reencontrarse. Sus miradas volvieron a encontrarse para no volverse a separar. Sam se armó de valentía y no pudo dejarla marchar y después de intercambiar unas palabras también intercambiaron sus números de teléfono…
… Y no sabemos si las casualidades existen, el azar, Cupido o, simplemente, el destino hizo que lo que empezó con una mirada en unos pocos meses se convirtió en una pedida de mano y en una boda maravillosa. Escogieron Can Ribas, que les cautivó desde el primer momento, una finca cerca de Barcelona. Magia, encanto y tradición impregnan las paredes de esta finca rodeada de bosques y jardines. Data del siglo XVIII, sin duda, un espacio mágico y lleno de encanto donde siete generaciones se han dedicado en alma y vida. Un lugar con un aire italiano que irradia aromas y colores de una casa familiar, al más puro estilo de la toscana catalana.
Claudia escogió para su gran día el modelo Julia del diseñador José María Peiró, el cuál acompañó con tocado de Alial y joyas de Suárez. Y se puso en manos del equipo de peluquería y maquillaje de Francis de Oui Novias. Sam, optó por traje y complementos de la firma Mirto. Sin duda, la decoración floral de RITA Experience y el mobiliario a Options fueron imprescindibles para conseguir que la larguísima mesa imperial luciera espectacular el día de la boda. ¡No te pierdas el resultado de esta boda romántica y bucólica!
Quizás Séneca tenía razón cuando decía es de que vivimos por casualidad…
¿Qué te ha parecido la historia de amor de Claudia & Sam?
Fotografías: Natalia Ibarra
Coordinación y estilismo: Rodolfo Mcartney de Noquiero
Localización: Can Ribas
Vestido: Jose María Peiró
Tocado: Alial
Joyas: Suárez
Traje y complementos del novio: Mirto
Flores: RITA Experience
Mobiliario y menaje: Options
Ayudante: Cenas Adivina
Making off: Loren Photography
Modelos: Claudia y Sam Agencia Francina
MUAH: Francis Molina para Oui Novias
Vega
Qué encaje de vestido más bonito. La decoración de la boda preciosa, sobre todo las lamparillas que están sobre la mesa. Todo precioso. Y los novios muy guapos.
Marieta - QUBP
La verdad es que es una sesión nupcial preciosa!!! Mil gracias por seguir el blog 🙂